Por fin llegó el día más esperado de nuestra vida. Siempre habíamos soñado como sería, pero todo superó nuestras expectativas. ¡No podría haber sido mejor!Tras la pedida de mano del hombre más maravilloso del mundo, comenzamos más de un año de preparativos y decisiones importantes, que harían que nuestro día fuera realmente nuestro.
Teníamos claro que queríamos casarnos en San Juan del Hospital. Para nosotros, no había una iglesia más espectacular. Lo que más nos costó elegir fue el lugar de la celebración. Tras visitar más de una docena de sitios, llegamos a Masía Aldamar. Ahí nos dimos cuenta que la decisión ya estaba tomada, era nuestro sitio, un lugar que nos enamoró a primera vista. Pero según se acercaba la fecha y Cristina Mares nos brindaba su ayuda, más contentos estábamos por la elección. Nos hicieron sentir especiales, pero a la vez como en casa. La amabilidad, la atención, la organización, la COMIDA… todo fue perfecto. Todo el mundo nos felicitó.
No podemos olvidarnos de la música. Gracias a Jesús y Cristian de Alkilaudio por acompañarnos y hacernos pasar un día genial, ¡sois increíbles!Aunque nada habría sido tan perfecto sin la decoración de Flores Vendrell, estaba todo precioso. Y no me puedo olvidar del magnífico ramo de novia, que tras numerosas visitas y conversaciones telefónicas con Toni para elegirlo, ese día se quedó en casa más tiempo del previsto… ¡menudo despiste! Los nervios me jugaron una mala pasada. Recuerdos y anécdotas…
El vestido de novia fué de Pronovias,l os zapatos a medida de Solepiel y pendientes de Vendôme joyería.
Elegí a Jose Tellez para encargarse del peinado y maquillaje, supo plasmar la naturalidad y sencillez que buscaba. Un gran profesional.
Aunque el toque final fue el tocado, gracias a Tolulahandmade por sus consejos y buen gusto.
Agradecer a Ricardo Bolinches de Vehículo clásico para bodas, el fabuloso coche que nos acompañó en nuestro día.
Y como no podía ser de otra manera, elegimos al mejor fotógrafo de toda Valencia. Antonio Sanz ya había trabajado en bodas de la familia y no dudamos que sería él quien estaría en la nuestra. Él, Edmundo y Paco (el chico que nos hacía el vídeo), nos hicieron sentir muy cómodos y la verdad, nos lo pasamos muy bien y nos reímos mucho.
En cada foto se ve reflejada la alegría e ilusión que desprendíamos. Dicen que una imagen vale más que mil palabras y Antonio Sanz supo captar los mejores momentos de nuestro día.
Al ver las fotos por primera vez, revivimos el día más especial de nuestra vida e incluso he de reconocer que a mi se me escapó alguna lagrimilla…
En definitiva, fué todo perfecto.
Sin lugar a dudas, ¡¡¡nos volveríamos a casar un millón de veces más!!!
