Como en un cuento de hadas y de princesas llegó Michael a mi vida.
El destino quiso que nos encontráramos y desde el primer momento que nos vimos supimos que estábamos hechos el uno para el otro y que queríamos pasar el resto de la vida juntos.
Después de una inesperada, romántica e inolvidable pedida de mano, empezaron las carreras, las llamadas, los viajes, los nervios y todos los preparativos a contra reloj y desde la distancia para darnos el si quiero en Valencia, junto a nuestras familias y amigos.
Teníamos claro desde el principio que seria una ceremonia religiosa, en mi tierra, como manda la tradición, y que queríamos celebrar nuestra fiesta en la playa, junto al mar, y sin duda la mejor elección fue el Restaurante Duna, en la playa del Saler. Sonia nos atendió con tanta ilusión y paciencia, entendió en todo momento y a la perfección lo que queríamos y hizo de nuestros sueños una realidad, el Restaurante estaba precioso, fue todo un acierto dejarlo todo en sus manos, el servicio, la comida, el entorno, la decoración fue perfecto, sin duda un 10.
El Sitting, los detalles de la iglesia y los regalos para los invitados los elegimos en Irene Regalos, una artista y una profesional que también nos dejo sin palabras cuando vimos todo terminado.
Lo que también teníamos claro es que no queríamos un fotógrafo convencional, queríamos recordar nuestra boda tal y como fue, especial, romántica, feliz, emocionante, súper bonita, con todas las cosas que suceden en un día como ese, sin posados ni florituras…por eso recurrimos a Antonio Sanz, después de ver sus trabajos, sin dudarlo sabíamos que solo el seria capaz, y así lo ha hecho, de plasmar en un papel y captar con su cámara cada sonrisa, cada gesto, cada emoción, cada mirada, cada mimo, cada lagrima y todos los sentimientos que nosotros, nuestros familiares y amigos, vivimos en ese día inolvidable.
La música durante el aperitivo la puso el grupo Limbotec, nos hicieron bailar y disfrutar muchísimo, y el DJ que amenizo la noche hasta la madrugada fue de la mano de Audioprobe
El novio estaba espectacular, de chaqué azul marino con complementos de Hugo Boss.
Yo me deje aconsejar en Josefina Huerta novias, y me decidí por un vestido de San Patrick tal y como había siempre soñado, me pusieron guapísima Elvira y Raquel, y solo lleve unos pendientes regalo de mi madre y mi hermana.
La guinda y sorpreson del día la puso el coche de época regalo de mi hermano que me recogió en la puerta de casa para llevarme a la iglesia, donde me esperaba Michael.
Así que llegados a la iglesia, cuando por fin vi al que hoy es mi marido, se me olvido todo, nos cogimos de la mano y nos dejamos llevar y lo volveríamos a hacer una y otra vez.
Sin duda el día mas bonito de nuestra vida, gracias a todos los profesionales que nos ayudaron a hacer realidad nuestro sueño, y sobretodo gracias a Antonio y a su equipo de todo corazón por captar cada momento de nuestro enlace que podremos recordar con tanto amor el resto de nuestras vidas.
Olivia & Michael
Muchísimas gracias
Un besazo muy grande desde Zurich