El 8 de Agosto de 2015 fue el día que elegimos para que fuese el día mas especial de nuestras vidas, un año entero organizando para que saliese todo perfecto. Llegó el día, menos nervios de lo esperado, spa y almuerzo con los amigos, pero mi sonrisa desapareció con un diluvio que empezó a las 14:00, quería relajarme, descansar, hacer la siesta…. Pero no podía, la boda era al aire libre, el baile también… No dejaba de pensar en ello… Pero desde el sofá se dejo de escuchar la lluvia y los incesantes truenos, y aparecen rayos de luz por la ventana… El clima de mi terreta no podía fallar, nuestras caras cambiaron, ahora si, volvían nuestras sonrisas y solo faltaba una hora para que llegara Olga e inmortalizará todos los momentos y sentimientos…. Mis amigos se vistieron conmigo y mientras nos hacíamos un gin-tonic para reducir los nervios…
Nos dirigimos a Alqueria Kukala, que gran acierto, nos enamoramos de ella nada más verla, no quisimos ver más salones, era toda para nosotros, íntima y especial, diferente…
Jesús es un gran profesional que se encarga de que todo salga a la perfección, nosotros solo teníamos que disfrutar. La comida exquisita (que bueno el bacalao, había gente que quería repetir¡¡¡¡), el entorno, el patio para el baile, la furgoneta hippie transformada en confesionario… Todo el mundo nos felicitaba por la elección. A las 6 de la mañana nuestros pies dijeron basta y se acabo el día mágico. Gracias a Antonio Sanz y su equipo, Olga , tan natural, cercana y súper simpática, nos hizo unas fotos que hablan por si solas, verdaderamente preciosas. Supo captar cada momento único e irrepetible , que afortunadamente podremos recordar el resto de nuestra vida gracias a vuestro trabajo. Nos casaríamos mil veces más y volveríamos a elegir a Kukala y Antonio Sanz sin dudarlo. Muchísimas gracias por todo!!