Nos conocimos cuando teníamos 17 años un verano en la playa de Valencia, nos separaban 350km, pero no dude ni un segundo en dejarlo todo por él. Diez años después nos dábamos el sí quiero en el lugar donde empezó todo… la playa.
No fue fácil encontrar el sitio. Queríamos un boda sencilla y natural pero a la vez romántica y elegante, y así fue, gracias a Diana Feldhaus de bodas edisee, todo salió perfecto. Nos casamos el 27 de Junio de 2015 en La Siesta, un beach lounge en la playa de Jávea. El día amaneció soleado, menos mal, una de las mayores preocupaciones de casarse al aire libre. Vino Chema Juncos a las 11:00 de la mañana a mi casa para hacerme el pelo y el maquillaje, no sólo es un gran profesional sino una gran persona, te hace sentirte cómoda como si le conocieras de toda la vida. Se involucra en todo el proceso, no solo en peinarte y ponerte guapa sino que te ayuda a vestirte y que te veas perfecta! A las 14:00 ya estaba Olga de Antonio Sanz en casa, podría decir que una de las mejores decisiones que he tomado nunca, a parte de casarme jaja. Ni te enteras que están ahí haciéndote fotos, naturales, discretos, simpáticos, como si fueran de la familia!! Mi madre y mi hermana me ayudaron a vestirme. Me puse un vestido de crepe de seda y encaje de David Christian y un tocado en el pelo de Suma Cruz.
La ceremonia civil empezaba a las 18:00h, pero queríamos que los invitados se saludaran y se conocieran antes de la llegada de la novia así que les citamos a todos a las 17:00h para que se tomaran unos mojitos y unas caipirinias en playa, donde estaba el novio y su familia recibiendo a todo el mundo a nuestra gran fiesta.
Yo llegué a las 18:00 junto con mi padre en el coche, y ahí estaban mis damas de honor y mis sobrinas con fantásticos vestidos de El vestidor de Juliette. Gracias a la compañía de mis amigas y mi padre, me ayudaron a calmar los nervios y me sentí mucho más tranquila a dar el paso mas importante de mi vida.
De la decoración, las coronas de las niñas, las flores y el ramo se encargó Jorge de La Toscana Flors, un grandísimo profesional que sabe captar a la perfección el gusto y estilo de la novia. El mar era el principal atractivo, así que no queríamos sobrecargar mucho el sitio, todo muy natural con jarroncitos de paniculata, camas balinesas y velas.
Después de la ceremonia, hicimos cóctel y cena ofrecido por el catering El Poblet, todo sencillo, una presentación exquisita y riquísimo. Tras la cena queríamos huir de los estándares de ofrecer tarta y mesa de dulces, así que contratamos a la empresa Godibox , una novedad en cuanto a bodas, servían en cada mesa caramelos suizos recubiertos de papel de seda en cajitas cerradas con un lazo. Muy elegante y los invitados quedaron encantados, muchos incluso se los llevaron a casa.
El baile fue ambientado por Mike Bow, un violinista eléctrico encantador, entusiasta, pone cuerpo y alma en lo que hace y realmente sin él, la fiesta no hubiese sido lo mismo.
Uno de los días las importantes nuestras vidas, que tras un año de preparación pasa rapidísimo y no te acuerdas de todos los momentos vividos, sino hubiese sido por Antonio Sanz, que gracias a él y a su equipo inmortalizan los mejores momentos vividos tal cual van trascurriendo, sin enterarte que están allí, y poder tener esos recuerdos para siempre.